miércoles, 18 de mayo de 2011

Compartir la música para defenderla

Fuente El País de España.

Compartir la música para defenderla

Cuando en 1997 Prince llamó a los jóvenes músicos a hacerse dueños y señores de sus propias obras y a romper las "cadenas de esclavo" con la industria discográfica, seguramente, no sabía lo que estaba por venir. Pero el pasaje de la Biblia que utilizó como frase ilustrativa de su fin de etapa con Warner Music para tirar por su cuenta y riesgo guardaba algo de premonitorio: "El demonio ofreció el mundo a Jesús, este lo rechazó y ganó su alma". A medida que el negocio discográfico agoniza cada vez más, incapaz de adaptarse a Internet y luchar contra la piratería, son más las alternativas que se les presentan a los músicos para ganarse su alma, es decir, dar a conocer su obra e intentar vivir, o sobrevivir en la mayoría de los casos, de ella. El papel crucial de las tecnologías en el consumo trasciende ahora también en el impulso de nuevas vías de relación entre el artista y el público. Las licencias copyleft -libres de derechos- o Creative Commons -derechos definidos por los autores-, alumbradas en la época digital, empiezan a consolidarse en un panorama donde el tradicional control de la industria musical sobre la obra del autor está más en entredicho que nunca.


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